¿Qué se puede aprender en Brasil de la ruptura de la relación de peering entre Meta y Deutsche Telekom?
El reciente conflicto entre Meta y Deutsche Telekom ha culminado con la ruptura de la relación de peering entre las dos empresas. El peering es una práctica común en Internet, en la que dos redes se conectan directamente para intercambiar tráfico de datos sin costos adicionales, garantizando eficiencia y rapidez en la transmisión de informaciones.
La decisión de Meta ha surgido tras una decisión judicial alemana en una disputa contractual con Deutsche Telekom, que según Meta, impone tarifas inaceptables y sin precedentes al tráfico de datos. La gigante de la tecnología ha expresado sorpresa y decepción ante el desenlace de las negociaciones, resaltando que mantiene acuerdos de peering sin costos (settlement-free) com miles de proveedores de telecomunicaciones en todo el mundo, incluso en Alemania, para garantizar el acceso rápido y de alta calidad a sus aplicaciones.
Con el fin del peering, el tráfico de datos y los usuarios de Deutsche Telekom ahora pasan por terceros, conocidos como proveedores de tráfico. Este cambio podrá resultar en mayor latencia, reducción en la velocidad de acceso y potencial degradación en la calidad de los servicios para los usuarios de Deutsche Telekom en Alemania. Por fin, los consumidores pueden tener dificultades al utilizar las aplicaciones de Meta, con largos tiempos de carga y experiencia de uso inferior.
Es importante resaltar que este conflicto ocurre en Alemania, donde Deutsche Telekom tiene gran participación en el mercado y poder de negociación. Aunque ambas empresas actúen a nivel global, la disputa se concentra justo donde Deutsche Telekom ejerce una posición privilegiada.
Además de los daños a los usuarios, esta situación genera preocupaciones, una vez que crea una barrera capaz de limitar el acceso a servicios y contenidos y privilegiar a los que pueden asumir los costos extras a la relación comercial.
Como resaltado anteriormente a través de la Consulta Pública Tomada de Subsídios n° 13/2023 de Anatel, prácticas como las adoptadas por Deutsche Telekom amenazan la neutralidad de la red y ponen en riesgo el principio de un Internet abierto. Además, exigir que las empresas de contenido realicen pagos adicionales para transportar sus datos, demuestra que los grandes operadores de telecomunicaciones buscan ganar dos veces: tanto de los usuarios finales, que ya pagan por el acceso a Internet, como de los proveedores de contenido, que entregan los servicios que los usuarios desean consumir.
Brasil actualmente discute una política aún más grave. Conexis presentó en la Tomada de Subsídios n° 26/2023 de Anatel una propuesta de implementación de las network fees mucho más amplia, que busca cobrar por el volumen de datos que pasa por toda la infraestructura de los operadores, que podría perjudicar el entorno digital del país y aumentar la concentración del mercado de proveedores en favor de los grandes operadores de telecomunicaciones. Como señalamos anteriormente, uno de los diez riesgos que ofrece este tipo de política es aumentar los costos para los consumidores y perjudicar la calidad y la experiencia del usuario al priorizar servicios que pueden pagar por mejor acceso.
La insistencia de algunos operadores en imponer tarifas adicionales a los proveedores de contenido es un intento de distorsionar el modelo de negocios de Internet en beneficio propio, perjudicando a los consumidores e inhibiendo la innovación. De esta manera, la decisión de Meta de cerrar el peering es una alerta sobre los peligros de permitir que los grandes operadores impongan tarifas adicionales que pueden afectar la calidad y la accesibilidad de los servicios online.
Al ignorar los principios que nortean un Internet libre y abierto, los grandes operadores de telecomunicaciones buscan crear un entorno donde solo los servicios que puedan pagar por las tarifas adicionales tendrán acceso a los usuarios, limitando la diversidad de contenidos y aplicaciones disponibles. Esta práctica no es solo perjudicial a los consumidores, sino a la economía digital en general.
Aunque suene repetitivo, el aprendizaje para Brasil es claro: las iniciativas de “Peaje en Internet” regresan regularmente bajo nuevos disfraces. En la Agenda Reguladora 2025-2026, Anatel planea revisar los deberes de los usuarios y evaluar la creación de una Tarifa de Uso de la Red. Una consulta pública está programada para el primer semestre de 2025, con decisión final en el segundo semestre.
La lucha contra el “Peaje en Internet” sigue siendo relevante en Brasil, así que solo una comunidad de Internet unida puede enfrentar la amenaza y garantizar que Internet siga abierto, libre y neutro.